Fobia a las matemáticas
Dar la propina adecuada en un restaurante, comprobar el cambio en el supermercado o, sencillamente, sumar ocho y quince. Para algunas personas, este tipo de situaciones cotidianas suponen un estrés. Experimentan auténtico miedo ante todo lo relacionado con las matemáticas; incluso la simple idea de los números les provoca palpitaciones y sudoración. El cálculo en presencia de otros semejantes se les plantea especialmente difícil.
Las expectativas negativas y la inseguridad son características de la aritmofobia. Como consecuencia se desarrolla un patrón de evitación, según indica Mark H. Ashcraft, psicólogo cognitivo de la Universidad de Nevada. Los sujetos con miedo a las matemáticas esquivan las situaciones que demandan realizar cálculos. De este modo, prefieren que sea la pareja quien vaya a comprar o descartan cursar una carrera universitaria relacionada con las ciencias.